3/12/2015: Apocalipsis 3:14-22
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” (Apocalipsis 3:22)
De manera muy especial en este tiempo en el que el Señor nos ha dado vivir, llega a nosotros esta exhortación que encontramos al final de cada una de las cartas a las iglesias del Apocalipsis.
Nuestros oídos están quizás cerrados porque no queremos escuchar más que a nosotros mismos o lo que creemos que nos conviene. Pero la Palabra de Dios, leída y predicada, nos llama a escuchar la voz del Padre celestial, que por medio de la Palabra creó todo cuanto existe, y que ha querido que por el testimonio del Evangelio, proclamado por sus apóstoles y testigos, sea anunciado el mensaje de la reconciliación.
El Espíritu dice a las iglesias que sólo en Cristo hay paz, justicia y amor. Que todos nuestros afanes, lejos de Él, son vanidad, como el tesoro que la polilla y el orín corrompen. El Espíritu nos está diciendo, con urgencia, que no hay más que una esperanza, “Cristo”, y que Él, en su amor y en su compasión, está llamando a la puerta de cada uno de nosotros, porque en nosotros quiere hacer su morada. ¡Abre la puerta de tu vida a Cristo!