La Biblia nos dice que matar es pecado. Todo libro sagrado nos dice lo mismo.
Pero si además de matar lo hacemos en nombre de Dios, faltan palabras para definir la dimensión de este pecado.
Los eventos de París, de nuevo París, y de diversas partes de la geografía nos recuerdan, de nuevo, que nuestra voz aún debe ser más alta, más fuerte y más contundente para rechazar toda esta serie de asesinatos terroristas.
Si la violencia es condenable, la violencia terrorista agota las palabras de condena. El mundo ha enloquecido y en medio de tanto desacierto tenemos que mantener la calma.
Pero mantener la calma no significa tener que callar. Sino todo lo contrario.
Dios no es nuestro, sino todo lo contrario: nosotros somos de Él, si queremos.
Pero, queramos o no queramos, lo que es inadmisible desde el punto de vista humano o divino, es utilizar el nombre de Dios para justificar ningún tipo de violencia terrorista.
La violencia terrorista ni tiene nombre, ni tiene ideología, ni tiene ningún tipo de razón que la justifique.
Asesinar, a toda una serie de gente inocente, en nombre de una causa justa anula la legitimidad de esta causa.
Asesinar, a toda una serie de gente inocente, en nombre de Dios niega la religiosidad de quien lo haga. Pero la niega contundentemente.
Toda persona religiosa busca crecer en su bondad, gracias a su experiencia de espiritualidad.
Esta es una de las dimensiones más importantes de la espiritualidad.
Si nuestra espiritualidad no nos lleva a la armonía entre nosotros y Dios y entre nosotros y nuestro prójimo no es ni espiritualidad ni tampoco es religiosidad.
La ideología que pretenda justificar la violencia terrorista no podrá nunca legitimar ninguna de las acciones que, de la misma, se puedan derivar.
Necesitamos, desgraciadamente, volver a repetirlo porque es importante que no lo olvidemos ni dentro ni fuera.
Si la inteligencia se hereda, ¿lo espiritual también? ¿Es contagiosa la obesidad? ¿Será la espiritualidad contagiosa?
Quiero iniciar este artículo señalando algo discutible pero fácil de comprobar
LA OBESIDAD ES CONTAGIOSA, creo que nadie lo discutirá, pero salvo alguna excepción es muy evidente que padres obesos tienen hijos obesos o con alguna alteración de la conducta alimentaria. La razón por la que señalo en el inicio esta afirmación es que no la volveré a mentar hasta la conclusión final, aunque espero del lector que en el transcurso de la lectura lo vaya reflexionando y haciendo equivalencias entre ambas afirmaciones y preguntas.
Es muy conocida por ser un best seller la llamada INTELIGENCIA EMOCIONAL, pero muchos desconocen que esa es solo una de las tantas inteligencias que existen.
A fin de ser didácticos diré que inteligencia es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla adecuadamente según Wikipedia, otras definiciones más completas sería la etimológica, viene del latín “Intus” que significa “entre” y “legere” que significa “escoger” es por lo tanto la función que nos permite elegir la mejor opción después de valorar los pros y los contra entre las distintas opciones. Es también la capacidad de aprender, hacer planes, inventar con lo que tiene, salir airosos de las dificultades, en definitiva, hacer lo mejor en cada momento.
Hay sin embargo otras inteligencias menos conocidas y sin embargo usadas, ignorarlas es hacer como quien no riega las macetas, terminará matando la planta de inanición si no la salva el tiempo y la lluvia. En estos tiempos de anemia espiritual desarrollar esta inteligencia aporta nuevas sensaciones, metas, valores, significados y hasta estados afectivos que enriquecen nuestra vida en su totalidad dotándola de transcendencia, el hombre interior- dotado de una existencia interna- y el hombre exterior- dotado de una existencia entre otras personas- es capaz de hacer cosas muy distintas según obren las distintas inteligencias potenciándose entre ellas, ya que estas son interdependientes entre si, nunca independientes a no ser que el hombre no sea anormal e insano.
Para vivir en equilibrio se necesita aplicar todas las inteligencias y cuando digo todas me refiero a la Inteligencia lingüística, la musical, la emocional, la lógico matemática, la espacial y visual, la intrapersonal, la interpersonal, la naturista o capacidad de realizar ajuste al medio ambiente natural y no por última menos importante, la espiritual. Hoy nadie discute que las inteligencias interactúan y conforman una capacidad del individuo de interactuar y conocerse a si mismo tanto intima con actuante y modificado, así que para controlarse en una situación y adaptarse adecuadamente debe actuar la inteligencia intra y extrapersonal, la emocional, la lingüística y también la espiritual pues sobre ella basamos si algo vale ( de valores) la pena, el sacrificio o la huida.
La inteligencia espiritual sitúa al individuo en el cosmos, en la civilización (arte, modas, modos, etc.) y lo dota de trascendencia dándole un destino, y un pasado un sentido a su existencia, le lleva a superarse a sí mismo a buscar mas allá de lo físico- lo metafísico- las razones últimas de su existencia, razones del corazón- alma- que la razón no entiende. El sentido de lo sagrado y de la experiencia religiosa y ética, eleva al hombre del plano animal o natural y lo coloca en el humano y trascendente. Y esto ¿se pega? . Al igual que debemos enseñar a hablar y con la lectura y el aprendizaje aumentamos nuestra inteligencia lingüística, con la urbanidad se enseña las normas interpersonales, igual que enseñamos a controlar nuestra emociones así también debemos hacer crecer la inteligencia espiritual. Todas ellas- las inteligencias- son innatas, todos venimos dotados de esos talentos uno más que otros pero como en la parábola debemos hacerlos crecer ya que según ello seremos de utilidad al que nos donó los talentos para ponerlos al servicio de todos, por ello nos hizo seres biológicos, psicológicos, espirituales y sociales. Abarcando como una cruz las dimensiones verticales que nos da la dimensión espiritual y la horizontal que nos da lo social, el nosotros. Para alcanzar este fin debemos tener un proceso de interiorización y simultáneamente un proceso de superación del ego, del yo mismo para ser cada vez más nosotros. Releer el articulo acerca de Susana Wesley “ tuvo solo 10 reglas y 19 hijos” y comprenderéis porque somos metodistas y porque hacemos tanto énfasis en la inteligencia espiritual, aunque la llamemos Santidad, y veréis si como la Obesidad se contagia.
Recomiendo el texto homónimo de Torralba
La revista parisina "Le Point Références" acaba de publicar un número monográfico (Mayo-Junio 2014) sobre "Protestantismos". En su editorial justifica esta decisión con esta pregunta: "El protestantismo es hoy en día, junto con el Islam, la religión que reúne más convertidos en Francia. ¿Por qué? ".
Para contestar su pregunta abre dos puertas.
Por un lado, da una mirada a la historia de la teología protestante. Para ello, entre otros aciertos, lo que hace es presentar una serie de textos fundamentales del protestantismo sabiamente comentados por teólogos e historiadores.
Por otra parte, elabora su propia explicación que no tiene que ser, por propia, desacertada.
La tesis editorial que trata de demostrar es que el actual crecimiento de la Iglesia Protestante, incluso en Francia, es debido a la libertad de pensamiento que la define.
Argumenta a favor de esta tesis diciendo que el protestantismo es capaz de cuestionarse a sí mismo -una y otra vez-, a pesar de que ello conlleve divisiones orgánicas casi hasta el infinito, para repensar mejor su mensaje, su vivencia comunitaria y su acción.
Según François Clavairoly, el actual presidente de la Federación Protestante de Francia, cerca del 3% de la población se siente próxima a la fe protestante lo que significa que alrededor de dos millones de franceses se piensan a sí mismos como protestantes.
La conclusión a la que llega el portavoz de los protestantes franceses es que "siendo ultraminoritario están vigorosamente presentes en la sociedad francesa".
La publicación de este número nos ayuda a conocer mejor lo que está pasando justo a nuestro lado y lo hace a la manera francesa. Es decir: desde su centralidad. Sin embargo ese acento no desmerece en absoluto su contenido que resulta altamente enriquecedor para todos los que quieran estar atentos al futuro que nos espera también entre nosotros.
Tengo un buen amigo que se pasa media vida en el aeropuerto. Es decir: viajando. Es un pastor protestante que trabaja a nivel mundial con una dedicación más centrada en Europa y América, especialmente en Latinoamérica.
En las pocas ocasiones en que podemos encontrarnos para charlar me gusta que me explique cómo va la Iglesia Protestante más allá de mi propia mirada. Y casi en todas las conversaciones acabo constatando que el cristianismo vive un momento de gran vitalidad y más particularmente la Iglesia Protestante.
Su visión sobre el cristianismo es muy diferente de la mirada que ofrece una buena parte de tertulianos cuando hablan sobre el cristianismo. Estos, en general, hablan de la Iglesia para referirse a la Iglesia Católica como si la Iglesia Ortodoxa o la Iglesia Protestante no existieran. Cuando hablan de la crisis de fe, creen que lo que nos pasa en Europa es lo que está pasando en el resto del mundo. Y cuando analizan la situación, lo hacen siempre desde una lectura política de la vida. Para no entrar en la polémica sobre la falta de respeto que muchos de ellos y de ellas manifiestan cuando hacen referencia al Espíritu Santo.
A modo de ejemplo mi amigo me comentaba que en China la Iglesia Protestante ha pasado de un millón de personas antes de la revolución comunista a los actuales 50 millones para añadir, a continuación, que se calcula que dentro de 40 años será el país con más protestantes, y quizá cristianos, de todo el mundo.
Que la vieja y desorientada Europa haya perdido el camino de la fe no significa que en el resto del mundo las cosas vayan de la misma manera. Esto es lo que parece que no entienden determinados tertulianos.
Recuerdo las últimas palabras de mi amigo la última vez que nos encontramos: espero que algunos de estos tertulianos que opinan sobre el cristianismo mirándose el ombligo estén mejor informados del resto de cuestiones sobre las que opinan.
Un deseo que, estoy seguro, muchos compartimos.
A mans de qui estem? Què serà de mi? I de nosaltres? Fins a quin punt?- dir una veritat de 5 i altra de 10-
Algunes d'aquestes preguntes sorgeixen de manera tan natural de dins com aigua que surt dels porus i segons com, un pot tenir la desagradable sensació de sequera existencial i fins deshidratació emocional.
Som en mans de Déu, en les nostres , o a mans del Diable?
De vegades les coses no surten com un planeja. L' apòstol Pau s'hi va posar de ple, obstinadament fent la seva tasca, però en diverses ocasions va ser impedit de dur a terme justament l'empresa que Jesucrist li havia encomanat fer, camí a Damasc.
I és que de vegades sens a dir que és el Diable qui posa pals a les rodes. Altres vegades som directament nosaltres qui diem solemnement que el Senyor de la Història és qui controla les circumstàncies i res escapa de la seva Providència (Salvació, Prevenció, Protecció, Sosteniment).
Ningú, -a part d'Ell- sap enmig d’esdeveniments i successos, cosir de manera tant magistral amb els fils del nostre lliure albir i les seves conseqüències lamentables amb la seva Voluntat inapel·lable.
Doncs valguem Déu! - dirà algun imprudent- No és Déu Amor i no ens vol pas el mal? O es que fa allò de que : “Qui et vol be et farà plorar"?
Permet-me un parell de veritats: una de curta de 5 síl·labes i altra de 10 .
La de 5: "Déu no juga brut": Sinó que exercita la inhumana tasca (ningú pot, imitar-li, per això és divina) de portar a terme tot allò s'ha proposat fer. Ni juga brut, ni juga amb nosaltres: Ens estima. (No és de rebut el verb jugar per a referir-se a l'activitat de Déu).
En el llibre de Job, però, es descobreix una altra dimensió: la dels homes i les dones de Déu. Que hi ha un abans i un després en la vida dels homes i dones de Déu, en el que Éll intervé de manera eficaç. Llegeixes bé: eficaç. Ni de benediccions sense fi, ni de mals tràngols sense treva.
En el llibre de Job es diria d'entrada que Satanàs aconsegueix provocar a Déu. Era aquest el seu objectiu? Algun dia ho sabré. Encara que quan toqui saber-ho potser ja no em faci falta i ni m'importi. El cas Satanàs és el de la criatura més autònoma i reptadora entre la resta de criatures
angèliques. Però mai ha estat una provocació la seva perspicàcia malèfica
- per més que la superstició dualista vulgui fer adeptes -.
Vull dir que qualsevol barbaritat que hagi fet amb força bestial, enmig de la humanitat i hagi afectat a un poble sencer, o afecti a un sol ésser humà amb "nanomalaintenció", el Totpoderós mai, ha hagut de respondre com un bomber apagafocs. Òbviament perquè a la majestat del Omnipotent li és inherent la seva Omnisciència i altres atributs més, per perdre el cap completament si ens poséssim tan sols a considerar-los amb la presumptuosa potència de la nostra ment.
Aquí ve la frase de 10 síl·labes: "A Déu mai l'enxampes desprevingut". Però també és veritat que sovint les coses venen maldades i no és per directa responsabilitat humana. O si, i és que arrosseguem les
vibracions i la polseguera que van aixecar els nostres ancestres i les seves generacions anteriors. Però altres vegades, és el que correspon per la més elemental de les regles: allò que un sembra, allò recull. Es allò del cartellet mal escrit entre els prestatges de la botiga dels tot a 100 del xinos:"No toca loque rompes pagar".
Som a mans de Déu, en les nostres, o a mans del Diable?
En general, no hauríem d'oblidar que hi ha responsabilitat per la nostra banda en el que ens passa o ens deixa de passar. Altres cops es el incívic conciutadà desconegut que no aparca bé i ens ratlla la xapa, o el xiclet que s'enganxa a la sola i llegiu-me aquí, per descomptat en clau metafòrica, que si unes vegades som destorbats, altres certament som guiats en mig dels períodes i els moments adversos que facin falta. Perquè abans d'acabar aquest article, cal dir que les coses sortiran com sigui, però el nostre Déu sap el que està fent enmig del seu poble.
Per qui no s'hagi quedat prou convençut els recordaré aquell que va aguantar tants despropòsits: Josep, el primer teòleg de la Providència divina -sense saber que existiria tal disciplina- i que es va penjar en l'ànima el títol de Dr. honoris causa, quan va saber dir que fet i fet, totes les desgràcies i les traïcions de la seva pròpia gent, el Senyor Déu les havia utilitzat sàviament A FI DE BE, es a dir per un bon propòsit final. Si arribéssim a tenir una saviesa mínimament comparable a la d'aquell governador de l'antic Egipte, fàcilment ens sorprendríem a nosaltres mateixos al dir amb joia: Glòria al bon Déu de la Providencial!.
Si:Som a mans de Déu!